Tony Rominger salió, tras su victoria en la pasada edición, con la vitola de favorito y en la sexta etapa lo confirmó. Aunque el joven corredor de la ONCE Alex Zülle, que ya había demostrado sus grandes condiciones en el prólogo, dio la sorpresa y se impuso en la cronoescalada a Navacerrada, Rominger comenzó a distanciarse de sus perseguidores.
En la primera jornada de montaña, Rominger atacó y distanció a Zülle, pero lo hizo aún más con el resto de favoritos, especialmente a Perico Delgado, quien demostró que no había llegado a la Vuelta en buena forma física.
Los dos suizos se quedaron, así, solos en la general, con el novel Zülle como líder. Pero la etapa decisiva fue la 19ª, con final en el Alto del Naranco. Rominger arriesgó junto con Gastón en el mojado descenso de la Cobertoria y sacó partido de ello. Alex Zülle rodó por los suelos y su equipo comenzó una espectacular persecución en los altos del Padrún y la Manzaneda, por donde Rominger pasó en solitario. En el Naranco, Zülle fue el único que intentó atacar, pero no logró inquietar a Rominger, quien día a día demostró ser el hombre más fuerte del pelotón.
En la ├║ltima contrarreloj, Rominger pas├│ por las ├║nicas dificultades de toda la carrera, pero logr├│ mantener su ventaja en la general y, de esta forma, consigui├│ su segundo triunfo consecutivo en la Vuelta. Con esta victoria el suizo pas├│ a formar parte del selecto grupo de corredores que se han impuesto en dos ocasiones en la ronda espa├▒ola.